Educació Física IES La Foia de Bunyol

Con la lectura uno es capaz de cambiar totalmente su existencia y, en consecuencia, la de quienes le rodean. (Juan José Millás 2001)

28 febrero, 2007

Actividad 10 (4º ESO C)

Pasos para realizar la actividad diez:

1.- Busca en un diccionario o en cualquier otro soporte la palabra “empatía”.
2.- Escribe su significado en tu diario y a continuación cita la fuente de información que has utilizado.
3.- Asegúrate que entiendes perfectamente la palabra. Puedes comentarla con tus compañeros/as, con el profesorado o en casa.
4.- Cuando ya entiendas perfectamente su significado, lee el siguiente texto publicado en el periódico La Vanguardia, (7-3-2006) y “empatiza” con Erik Wilson.

Erik Wilson es ghanés y tiene 22 años. Llegó a Europa con una obsesión, convertirse en futbolista profesional, a pesar de las reticencias de su padre, que ejerce de farmacéutico en su país natal y que nunca aprobó su aventura en el Viejo Continente. Avalado por su trayectoria en la selección sub-19 de Ghana, Wilson probó suerte en Alemania, pero el intento gestado en Stuttgart no fructificó y la vida le llevó a Vic (Osona), donde residía un amigo. A la espera de encontrar una oportunidad mejor, juega en el Centre Esportiu Roda de Ter, que milita en Primera Regional.

Wilson sigue persiguiendo su sueño, aunque este domingo le quitaron las ganas de jugar al fútbol. Fue agredido en el campo del Sant Pau de Manresa. Asegura que tuvo que aguantar insultos racistas, pero el acoso al futbolista ghanés degeneró hasta la batalla campal. Wilson fue el peor parado. Requirió asistencia médica en el hospital General de Vic, donde fue tratado de un corte en la frente y de múltiples contusiones en todo el cuerpo. Este lunes no pudo acudir a trabajar al supermercado. Tenía la mano izquierda vendada y caminaba con dificultad, dolorida como tenía la rodilla derecha. "Nunca hubiera imaginado que podría sucederme una cosa así", explica el futbolista, que, arropado por la gente del club, no pudo contener las lágrimas tras el partido. Más calmado, ayer presentó denuncia en la comisaría de los Mossos d´Esquadra de Vic.

Erik Wilson sintió miedo. Restaban treinta minutos para la conclusión del encuentro entre el Sant Pau de Manresa y el Roda cuando el entrenador decidió su entrada en el campo. Asegura que recibió insultos antes de su ingreso, que se multiplicaron conforme se sucedían los lances del juego. La crispación llegó a su punto máximo al final. El Roda igualó en el descuento un resultado desfavorable de 2-0 y los nervios desencadenaron una tangana después de que el árbitro se marchara apresuradamente a los vestuarios. Wilson fue quien más golpes recibió, a pesar de la ayuda de sus compañeros. Este lunes formalizó la denuncia. Ante los Mossos d´Esquadra citó frases que ayudan a comprender su indignación, como la siguiente, dirigida a su técnico. "La culpa la tienes tú por poner al negro", aseguró haber oído de sus rivales. El vicepresidente del Sant Pau, Ramon Cayuela, niega los insultos y asegura que los problemas empezaron tras una agresión de Wilson a uno de los jugadores locales.

El jugador ghanés se había incorporado en diciembre a la disciplina del Roda, pero ahora medita dejar el club y el país. El incidente que sufrió el domingo y las restricciones de la normativa, que le impiden probar suerte en un equipo de Tercera o Segunda B, han acabado con su paciencia. "Tiene ganas de jugar al fútbol, pero quiere intentarlo en Francia o Inglaterra, donde es más fácil", comenta Gabriel Vizcaíno, colaborador del Ayuntamiento de Vic en la organización de actividades deportivas y amigo del futbolista. Este ghanés espera que el suyo no sea un sueño roto.

5.- Realiza un comentario crítico personal sobre el texto.
6.- Fecha de entrega 06/03/07.
7.- Recuerda la posibilidad de entregarme borradores en mano o en la dirección de correo electrónico ef-iesbunyol@hotmail.com

07 febrero, 2007

Actividad 9 (4º ESO C)



La primera fotografía dio la vuelta al mundo en el año 1968. Es el podio final de una prueba de atletismo, los 200 metros. La segunda también es otro podio, la prueba de salto de longitud celebrada en las Olimpiadas de Berlín en 1936. Tenéis que investigar las imágenes. Contar las historias que hay detrás de ellas y una vez contadas ofrecer vuestro punto de vista. Podéis hacerlo por parejas o individual. Recordad la posibilidad de enviarme los borradores de vuestros escritos vía e-mail:
ef-iesbunyol@hotmail.com Fecha de entrega, 20/02/07.

06 febrero, 2007

Actividad 8 (4º ESO C)


La hora de Prodi
Dos semanas sin fútbol, unas cuantas jornadas con partidos a puerta cerrada y estadio vacío, prohibición de los desplazamientos de tifosi a terrenos contrarios. Esa combinación de medidas era la hipótesis que contemplaba ayer la federación italiana a la espera de lo que pueda decidir hoy el Gobierno. Dos días después de la muerte del policía Filippo Raciti -asesinado el viernes probablemente por el impacto de una gran piedra lanzada por presuntos seguidores del Catania en las cercanías del estadio-, la indignación generalizada por la violencia de los ultras empezaba a quedar desplazada, como en otras ocasiones, por consideraciones políticas y económicas.

Seguía invocándose, en la Federcalcio, en la política y en la prensa, el ejemplo inglés y la firmeza con que Margaret Thatcher afrontó el problema de los hooligans. Se tendía a olvidar, sin embargo, que la primera medida en aquel caso fue la exclusión de los equipos ingleses de las competiciones europeas. La tragedia de Heysel fue provocada por los hooligans del Liverpool, pero la UEFA hizo que pagaran todos los clubes. El Gobierno británico lo aceptó e integró la sanción dentro de sus planes de saneamiento. En Italia, por el contrario, la idea de cancelar el presente campeonato se descartó rápidamente. Se descartó incluso la posibilidad de suspender el torneo por más de dos jornadas. El fútbol tenía que seguir.

Las soluciones reales, en cualquier caso, tenían que llegar del Gobierno y del Parlamento. Sólo el poder político podía obligar a las sociedades futbolísticas a cumplir una ley que ya existe y que no se aplica porque, una vez aprobada, se concedió a los clubes una "prórroga de aplicación". Desde que, en 2001, el entonces ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, empezó a endurecer las medidas de seguridad, los clubes apelaron sistemáticamente a la falta de recursos económicos. Podían pagar fortunas a los jugadores, pero no numerar las entradas ni poner tornos en las puertas o mucho menos colocar asientos en la general de a pie. Alegaban además que los estadios no eran suyos, sino municipales. Curiosamente, a los clubes, y a los ayuntamientos, les ha funcionado siempre el argumento de la "pobreza". Sólo cinco de los 20 estadios de la Serie A cumplen las normas vigentes. Y todas las semanas se registran disturbios como los de Catania. En Bérgamo sucedió la pasada jornada: una violencia horrorosa, pero sin policía muerto. En Nápoles no hay partido que no concluya con un asalto a la comisaría cercana al estadio.

El ex ministro Pisanu fue claro ayer, al comentar las razones por las que su decreto no había podido aplicarse: "Hay políticos que protegen a los violentos". La política italiana es compleja. En otros países habría sido inconcebible lo que ocurrió en Roma en junio de 2005, cuando un grupo de ultras a los que la policía había prohibido la entrada en los estadios fue invitado a la Cámara de Diputados para que expusieran sus problemas. Tras la detención ayer de siete personas, el número de detenidos por su posible relación con la muerte de Raciti asciende a 29.

Siempre ocurre lo mismo. En cuanto se aprueban medidas concretas contra la violencia, surgen voces como la de Paolo Cento, diputado de los Verdes y subsecretario de Economía, o Andrea Ronchi, diputado posfascista, para denunciar "los decretos represivos", la "falta de diálogo con los aficionados" y las "discriminaciones inaceptables". El mismo sábado, cuando las imágenes de Catania seguían emitiéndose continuamente por televisión, Paolo Cento, presidente de la peña del Roma en la Cámara de Diputados, opinó que lo ocurrido constituía "una revuelta juvenil contra las fuerzas del orden, fruto del malestar social", y que no estaba relacionado con el fútbol. Ahora, sin embargo, el presidente del Gobierno no es Silvio Berlusconi, propietario del Milán, sino Romano Prodi, un hombre no especialmente aficionado al fútbol. Quizá eso ayude. Prodi promete "medidas radicales" y su ministro del Interior, Giuliano Amato, reconoce que para acabar con la violencia hacen falta "intervenciones sociales y reeducación", pero también "represión y castigos".

Publicado en El País, ENRIC GONZÁLEZ - Roma - 05/02/2007
Fecha de entrega, 13/02/07.

Algunas ideas sobre la actividad 7

Los siguientes fragmentos de vuestros diarios han de entenderse en el contexto de la clase de educación física del día 21 de diciembre de 2006. Sirven para hacernos pensar.

“(…) hay que probarlo todo.”

(…) tendríamos que intentar ponernos en la piel del otro, intentar comprender, entender e incluso probar lo que no hemos experimentado (…)”.

“(…) lo que somos cada uno de nosotros lo somos porque lo hemos vivido en la piel”.

“(…) creo que todos teníamos vergüenza y por eso nadie salió a bailar (…)”.

“(…) cuando yo veo a un chico bailar, lo primero que pienso es que es un maricón y creo que todos piensan como yo. Yo no sé por qué es lo primero que se me viene a la cabeza cuando veo eso pero supongo que es porque desde pequeño siempre me ha gustado el fútbol y he asociado esos tipos de deportes siempre con los chicos, si yo hubiera bailado desde pequeño pensaría de otra forma (…) por eso me cuesta asimilarlo”.

“¿Por qué mis compañeros tenían vergüenza en clase? Pienso que es por no conocernos y por no tener la suficiente confianza y compañerismo en clase, más trato con todos, si nos conocemos todos juntos, nos sentiremos como en casa y yo en mi casa, bailo, canto, me tiro, me levanto, etc.”.

“La igualdad debemos de aplicarla primero en nuestras casas y sobre todo en todas partes”.

“(…) pensamos que todos los chicos tienen que ser muy machos y todas las chicas muy femeninas”.

“(…) si yo pienso que no soy machista, ¿por qué cuando tengo que demostrar lo que soy demuestro lo que creo que no soy?